lunes, 26 de octubre de 2009

Las mujeres y la práctica del Wing Chun


Por Marcelo Ramos

A pesar de que las artes marciales son una actividad considerada casi exclusivamente masculina por la mayoría de las personas eso está comenzando a cambiar, no sólo por el notable avance de la mujer en todas las áreas sino también por la búsqueda de crecimiento personal que la lleva a incursionar en otras formas de expresión no tan convencionales pero sumamente enriquecedoras.

La mujer actual busca de diferentes formas desarrollar todo su potencial personal y es allí donde algunas deciden acercarse a la práctica de las artes marciales, motivadas por las más diversas razones. Ya sea la autodefensa, el ejercicio físico o como un buen método anti-stress, las artes marciales resultan ser una saludable respuesta a ésta búsqueda, pero a veces la experiencia resulta ser algo frustrante. Muchas veces cuando la mujer decide tomar seriamente su entrenamiento se encuentra con que a pesar de sus muchos esfuerzos y más allá de los discursos el tamaño y la fuerza física de sus compañeros varones es determinante a la hora de la aplicación técnica y es ahí donde básicamente toma dos caminos, uno es el de resignarse a ser un practicante de ''segunda'' y el otro es el de abandonar la actividad por la notable desventaja en la que se encuentra, es allí donde surge el Wing Chun como opción.

En la práctica del Wing Chun la mujer tiene posibilidades ''reales'' de llegar a un alto nivel der aplicación técnica, por las propias características del sistema. En Wing Chun se utiliza la menor cantidad de fuerza física necesaria, priorizando el posicionamiento y la alineación corporal además de fomentar un atributo marcial clave para la aplicación combativa del sistema, la sensibilidad táctil y la relajación.

La historia oficial del Wing Chun cuenta que fue creado por una mujer, la monja Ng Mui, y más allá de las discusiones históricas de difícil comprobación lo cierto es que el método se adapta perfectamente a la práctica femenina, en donde la mujer y el hombre, con sus diferencias, tienen igualdad de posibilidades en su diferencia de condiciones, preservando así su individualidad, adaptando el sistema al practicante.

Foto: Wing Chun Principios