lunes, 26 de octubre de 2009

Historia del Wing Chun - Una alternativa a lo ya conocido

Quienes practicamos este estilo conocemos la historia que nos dejó el patriarca Yip Man acerca de los orí­genes del Wing Chun. Sin embargo, hay quienes han intentado comprobar esta historia o buscar la verdad acerca de este estilo. Entre ellos quiero destacar el trabajo que realizó David Peterson, alumno del maestro Wong Shun Leung, cuyos resultados se publicaron en la revista 'Australian Martial Arts' en 1999.
__________________________________________________________

Un punto de vista alternativo

Por David Peterson

Publicado en la revista “Australasian Martial Arts” (Nueva Zelanda) en febrero de 1999

Con casi una regularidad monótona, los lectores de los diversos libros, revistas y diarios de artes marciales se han enfrentado de manera constante con versiones sobre versiones de la “historia legendaria” de los variados sistemas de combate chinos. Cada historia parece comenzar con una surte de encuentro entre un guerrero, monje, monja o campesino con un animal o insecto entablado en un combate mortal con otra criatura. De manera invariable, una de las criaturas de alguna forma logra vencer a la otra, con lo que el observador es capaz de crear un “nuevo y mejorado” método para combatir a sus prójimos basado en lo que han advertido en la “batalla”.

El “creador” a menudo tiene algún tipo de conexión con el ahora famoso templo Shaolin, el mismo que aún se yergue en la provincia de Henan y que es, o se dice que existió en la provincia de Fujian. Dada esta relación, no hay duda sobre la autenticidad del sistema ya que todos sabemos que “si es Shaolin, debe ser bueno”. Si se cree cada historia que se dice sobre las artes marciales chinas, nos veríamos forzados a aceptar que cada sistema virtualmente existente en China es un estilo “Shaolin” o un derivado de este.

Algunas historias incluso sugerirían que los fundadores, o al menos los “personajes claves”, en muchos sistemas fue uno y la misma persona. Esta práctica de hacer un vínculo legítimo con una “autoridad” establecida no es de ninguna manera única en la historia o sociedad china y tampoco es únicamente chino el hacer estas declaraciones. No solo en las artes marciales sino que en todo tipo de empresas se pueden encontrar ejemplos de esto. Para citar un ejemplo solo se necesita darle una mirada a las sociedades secretas del pasado histórico de China, las “famosas” triadas.

Lejos de ser los grupos criminales como a los medios australianos y mundiales les gusta retratarlos, las triadas eran organizaciones secretas formadas para unificar China contra un enemigo en común. Tal fue el caso en la década de 1890 cuando el Movimiento de los Bóxers, una rebelión organizada por sociedades secretas cuyo objetivo era la expulsión de los invasores extranjeros de suelo Chino, barrieron a través del norte de China.

Muchas de las triadas modernas son grupos legales cuyo objetivo es ayudar a los miembros de sus propias comunidades chinas alrededor del mundo. Man Ji Dong de Melbourne o la Sociedad Masónica China y su contraparte en Sydney, la Ji Gung Tong son ejemplos perfectos (sin mencionar su respeto por las leyes) de triadas legales. Digo esto en completa confianza, siendo yo mismo un miembro iniciado por completo de la base establecida en Melbourne, tal vez de hecho el único no chino in los últimos 150 años en haber pasado por esta ceremonia secreta. Los últimos “gwailos” (término con el que se denominaba a los extranjeros) conocidos fueron un par de marinos británicos en Macau durante la década del 1800, de acuerdo con lo que los miembros más antiguos de aquí pueden recordar que haya sido el caso.

Para volver a mi idea original, incluso estas triadas legales afirman haber sido establecidos por miembros de la secta Shaolin que fundaron estos grupos después del incendio del templo Shaolin a finales del 1700 (un incidente que de paso no se puede verificar con ningún tipo de registro en China y del cual hoy en día se cree que es una historia que inventaron los líderes de las triadas para fomentar la unidad entre los diversos grupos y así alimentar el odio de los chinos contra sus opresores manchúes). Estos “antepasados” de las triadas huyeron a varios lugares en China y comenzaron a incitar a la gente para que se rebelaran. Los grupos criminales de hoy en día, como la Triada 14k, que con la esperanza de infundir temor y respeto, sin mencionar el ganar cierta medida de credibilidad para ellos mismos al obtener algo de “historia instantánea”, han adoptado las costumbres y rituales de las triadas reales. Por desgracia, estas triadas falsas han recibido más que su justa parte de atención y de esta forma le han dado al término “triada” una interpretación menos que favorecedora.

Para mantener esta idea de “historia instantánea”, no es irreal asumir que la mayoría de estas leyendas de las artes marciales son solo simples “cuentos de hadas” cuyo propósito era hacer que un sistema y sus practicantes se vieran más verosímiles debido a algún vínculo falso con una “autoridad” ya aceptada. Los chinos tienen un gran amor y respeto por el pasado y por las tradiciones, de ahí que un sistema con una historia colorida tenía mejores oportunidades de ser tomada en serio que una cuyo fundador “apareció de la nada”, por decirlo de alguna manera.

La historia del sistema Wing Chun, como la mayoría de los sistemas chinos, está cubierto por la niebla y leyendas del pasado. Como la mayoría de los bien conocidos estilos, tiene su “conexión Shaolin”. La leyenda dice que la fundadora del sistema era una monja budista llamada Ng Mui quien pertenecía a un grupo de expertos que estaban investigando los sistemas existentes para desarrollar un sistema de pelea más dinámico que pudiera enseñarse rápido para ayudar a los chinos a levantarse contra el opresor.

Antes de que su conocimiento se sintetizara y se traspasara, el templo fue arrasado, resultando en la muerte de muchos de los maestros que ahí residían. Ya que Ng Mui era una monja, no estaba en el templo en ese momento (solo a los monjes se les permitía quedarse) y se las arregló para escapar de la violencia. Escapó hacia el sur, incluso algunas versiones de la historia dicen que viajó a la provincia de Sichuan mientras otros fueron a parar a Fujian. Mientras estaba en la región, se reunió con Yim Yee Gung, amigo y antiguo estudiante de su superior el monje Ji Sin, uno de los “Cinco Ancianos” de Shaolin.

Antes de esto, Ng Mui fue testigo de una pelea entre una serpiente y una grulla (algunas versiones dicen que fue un roedor y una grulla o un zorro y una grulla, etc.) evento del cual fue al fin capaz de sintetizar el conocimiento con el que ella y sus colegas habían estado experimentando. Al averiguar que la hija de Yim Yee Gung, la hermosa Yim Wing Chun, estaba siendo forzada para casarse con un rufián de la localidad, Ng Mui ideo una forma para ganar tiempo durante el cual le enseñó a la joven Wing Chun el “nuevo” método. El resto, como dicen, es historia… ¿o no?

Hasta donde los registros lo describen con precisión, no sabemos nada en absoluto de Yim Wing Chun o los herederos de sus habilidades hasta que nos cruzamos con el único hombre en la historia del sistema cuya existencia se puede verificar y que se le conoce haber enseñado el sistema que se dice lleva el nombre de la estudiante de Ng Mui. Su nombre era Leung Jan, un doctor herbario que vivió en la sureña ciudad china de Fatsaan (Foshan en mandarín) a principios del siglo XIX. Como luchador era renombrado por su incomparable destreza y tenía la reputación de nunca haber sido vencido. Solo le enseñó a un puñado de estudiantes de los cuales los más conocidos fueron sus hijos, Leung Chun y Leung Bik, y Chan Wa Sun, quien también era conocido como Jaan Chin Wa (“El Cambiador de Dinero Wa”).

El mismo Leung Jan decía que aprendió de dos personas distintas, Wong Wa Bo y Leung Yi Tai, de los cuales se decía que eran expertos en diferentes aspectos del Wing Chun y que al menos uno de ellos (Leung Yi Tai) era un actor viajero con una compañía de ópera china que iba de un sitio a otro transportándose en bote, en el llamado “Junco Rojo”, nombre que se le daba a los botes contratados para esta profesión itinerante. Aquí es donde me gustaría dar un punto de vista alternativo a la historia del Wing Chun.

Como se manifestó antes en esta discusión, si una o más personas presentaron una nueva idea sobre las artes marciales, posiblemente sería muy difícil para ellos convencer a todo el mundo acerca de sus valores si estos no tenían algún tipo de vínculo con eventos, lugares o personas en el pasado. Para digerirlo por un momento, la naturaleza sofisticada del sistema de wing chun no permite que uno acepte con facilidad que cualquier persona pudiera haber concebido tantas teorías sofisticadas por sí mismo. Es más probable que solo después de varias generaciones el sistema comenzaría a desarrollarse con tal profundidad, como es el caso de las disciplinas modernas como el boxeo, karate de estilo libre y muchas artes de combate eclécticas.

El difunto Sifu Wong Shun Leung, de fama en el wing chun de “Hong Kong”, en sus seminarios alrededor del mundo a lo largo de los años, le gustaba hacer una comparación con el deporte de combate moderno de boxeo occidental, del cual observó que había cambiado de manera bastante espectacular en los últimos sesenta años más o menos, desde las posturas agachadas de boxeadores como Joe Louis en los años 30 y 40, al movimiento rápido de los pies de Mohammed Ali en los años 60 y 70, a través del enfoque más erguido con los pies posados por completo en el suelo de los recientes campeones como Mike Tyson. Como Sifu Wong diría, si al boxeo le tomó sesenta años o más alcanzar su enfoque actual, es fácil imaginar el largo proceso de desarrollo que llevó al enfoque actual del wing chun al combate. Por lo tanto, es muy difícil creer que a cualquier persona podría posiblemente ocurrírsele un sistema tan sofisticado en solo una generación.

La naturaleza del wing chun es tal que es bastante fácil aceptar que en efecto una mujer tiene algún rol en su desarrollo. Es un sistema en extremo lógico, científico, que siempre hace uso de la habilidad sobre la fuerza, economía de movimiento sobre técnicas floridas, y se ajusta bien a alguien de poca estatura y fuerza. Esto no quiere decir que se deba interpretar como un punto de vista machista, sino que simplemente como una de las muchas observaciones que se deben tomar en cuenta. El hecho que se dijera que Leung Yi Tai estaba empleado en un bote tampoco se debería descartar a la ligera. En una observación a fondo de la postura básica y los patrones del juego de piernas del wing chun, es en efecto posible aceptar que este sistema tuvo sus orígenes sobre la cubierta de un bote donde habría sido poco práctico saltar o lanzar patadas altas. Saam Gok Bo del Wing Chun o “Pasos de desplazamiento triangular” y Yi Ji Kim Yeung Ma o la “Postura de agarrar a la cabra” se ajustan perfectamente para mantener la estabilidad sobre algo tan inestable como la cubierta de un bote.

Luego viene el tema del nombre del sistema ¿Se nombró al sistema, como lo sugiere la leyenda, por la primera y única estudiante de la monja Ng Mui o hay otra explicación? De acuerdo con la mayoría de las versiones del Templo Shaolin original, a uno de los salones en la zona del Templo se le conocía como el Salón Siempreviva (Wing Chun Tong), siendo los dos primeros caracteres idénticos en sonido aunque diferentes en forma y significado a los que componen la primera parte del nombre de Yim Wing Chun. En China continental aún existe al menos un estilo de wing chun que utiliza los mismos caracteres, en vez del que favoreció la escuela “hongkonesa”.

Otras escuelas de artes marciales chinas sureñas también hacen referencia a este Salón Siempreviva, afirmando que era uno de los lugares principales del Templo Shaolin para el entrenamiento o que era la residencia del monje Ji Jin y que cuando enseñó su versión del sistema híbrido, lo nombro wing chun en memoria de su antiguo hogar. En los años que he pasado entrenando en Hong Kong he pasado largas horas discutiendo la historia del wing chun con instructores del estilo entre los cuales uno enseña otra rama del árbol del wing chun que remonta su línea hasta el monje Ji Sin.

Este instructor, Sifu Cheng Kwong, relata una historia que acerca las dos líneas del wing chun, primero alrededor del tiempo del marido de Yim Wing Chun, Leung Bok Chau, y otra vez en tiempos de Leung Yi Tai. Sifu Cheng Kwong también cree que cuando se estaba preparando la lápida de Yim Wing Chun, el primero de los caracteres de su nombre se escribió de manera incorrecta hacia abajo y de hecho se escribió para que tuviera el significado de “siempreviva” en vez de ser el que se utilizaría en el futuro, el significado de las palabras combinadas en el wing chun “hongkonés” que significa “alabar a la primavera”.

Como lo indiqué antes, considero justo asumir que muchas personas, durante un largo período (en vez de uno o dos personas que hayan creado todo un sistema en una sola generación), gradualmente desarrollaron y refinaron las técnicas y conceptos del sistema del wing chun, juntando sus conocimientos combinados y experiencias. Como mi propio instructor, Sifu Wong Shun Leung sugirió, es más probable que un grupo de “fanáticos del Gung Fu” con una riqueza de conocimiento y experiencia, desarrollaron de forma gradual lo que ahora llamamos wing chun gung fu, refinándolo cada vez más en cada siguiente generación.

Yendo aún más lejos con esta noción, en más de una ocasión escuché que mi profesor decía que no fue hasta cuando un reportero comenzó a entrevistarlo en la década de 1950 que el gran maestro del sistema, Yip Man, mencionó algo de la historia antes del período de Leung Jan. Parece que había una popular revista de artes marciales circulando en aquel entonces que con regularidad publicaba artículos sobre las distintas escuelas en la colonia y conjeturaba que, para seguir el patrón ya establecido, Yip Man pudo bien haber embellecido de alguna manera la historia. Sifu Wong incluso sugirió en varias ocasiones que Yip Man, aburrido con toda la idea, le dijo al reportero que escribiera el mismo los detalles; aquellos de la historia que se ha repetido durante años.

El mismo Sifu Wong suponía que el sistema lo transmitieron las personas que navegaban las aguas de las costas y ríos del sudeste de China, como los pescadores, comerciantes, actores de ópera en juncos, y otros, que habrían tenido un buen uso de las habilidades de combate y muchas oportunidades para probar, refinar e intercambiar estas habilidades. Por último, una pieza extra del puzzle encajó durante mi búsqueda por respuestas cuando encontré, casi por accidente mientras leía un libro chino de un tema completamente diferente, que escondido en la sureña provincia de Fujian, alrededor de cien kilómetros al norte de la ciudad portuaria de Xiamen, está el pequeño pueblo de Wing Chun (Yong Chun en mandarín), ¡siendo los caracteres exactamente iguales a los del nombre del Salón Siempreviva!

¿Podría ser entonces que a lo largo de varias generaciones un grupo de dedicados artistas marciales, buscando formas más eficientes de entablarse en combate, desarrollaron de forma gradual este método único, y que lo traspasaron de amigo a amigo, de pariente a pariente, de profesor a estudiante hasta que llegó a Fatsaan donde al final lo aprendió y refinó aun más Leung Jan? ¿Eran tal vez, como Sifu Wong lo sugirió, personas que vivían en el agua ya que viajaban con regularidad entre las costas del sur de China?

Eso explicaría al actor de ópera Leung Yi Tai que viniera mientras trabajaba en el bote de la ópera. También ayudaría a explicar cómo el sistema de wing chun heredó su Luk Dim Boon Gwan o forma del “Palo Largo”, la técnica de la cual permanece en gran medida la acción de impulsar el bote con una vara larga cuando se viajaba corriente arriba a lo largo de muchos deltas en la región. ¿Y qué mejor título para su brillante invento que el nombre de la ciudad de donde vinieron?

Aunque es muy poco probable que sepamos alguna vez con certeza los verdaderos orígenes del wing chun, es interesante considerar estas posibilidades. El único factor que es innegable es que el método del wing chun es uno de los sistemas de combate más evolucionados del mundo. Es estructuralmente sólido y resiste los más estrictos escrutinios científicos, sin mencionar su impresionante registro en las calles de Hong Kong y otros sitios. Lo que es más importante es que al hombre que trajo el wing chun al público, el difunto gran maestro Yip Man, se le debería recordar por su papel en el desarrollo del arte y por transmitir sus habilidades únicas a sus cuatro estudiantes más talentosos, Leung Seung, Lok Yiu, Chu Shong Tin and Wong Shun Leung, cada uno de los cuales ha contribuido de alguna manera especial al desarrollo de la reputación del wing chun al hacer que una habilidad combativa no se tome a la ligera.

Como a menudo decía Sifu Wong Shun Leung, aunque no sabemos quienes fueron los ancestros del wing chun, es nuestro deber continuar con la tradición, transmitir el arte mientras lo aprendemos y desarrollar en nuestros propios estudiantes un orgullo en el sistema que han heredado, y un deseo de incrementar las habilidades del wing chun a un nivel cada vez mayor. En las murallas de la Wing Chun Athletic Association en Hong Kong, y en incontables escuelas de wing chun alrededor del mundo, hay un verso en dos líneas escrito en caracteres chinos que se traduce aproximadamente como “Transmite por completo y sin cambio las habilidades del Wing Chun para que fortalezca a la nación”, un lema que obviamente tiene repercusiones aún más amplias.

Ya sea que tengamos una deuda de gratitud por una monja y su estudiante o a un grupo de pescadores y una estrella de ópera, el hecho establece que el wing chun es un logro magnífico que se debería preservar para las futuras generaciones. Todos los profesores y practicantes del wing chun deberían esforzarse para mantener los principios más básicos del sistema, para ser, en las palabras de Sifu Wong, “El maestro del wing chun, no el esclavo del wing chun”, y siempre utilizar los medios más SIMPLES, DIRECTOS y EFECTIVOS disponibles. El futuro se ve brillante para el wing chun gung fu si nosotros, la generación más reciente de practicantes, perseguimos estos ideales, preservando la verdadera naturaleza del sistema y enseñando los conceptos en su forma más pura (en oposición a las llamadas “técnicas secretas”).


__________________________________________________________

David Peterson enseña Wing Chun en Melborune, Australia, y dedica gran parte de esta enseñanza a la difusión de este estilo a través de seminarios tanto dentro como fuera de Australia además de artí­culos que escribe para revistas o para su propia página web MCMAC